*** hoja de papel***

Dejemos un espacio para que vuele la imaginación, un pedazo de papel tal vez. Es bueno bajarse en alguna estación de la vorágine del tiempo y dejar escapar los sentimientos, aquellos que a veces van guardados muy íntimamente en nuestro corazón.

jueves, mayo 25, 2006

LA DESPROVISTA SE MUERE... (y no lo sabe)

La que estaba desprovista de todo

de pronto invocó
en un lar de jazmines amarillos
a que todas las luces
iluminaran su pálido rostro
para quedar rosada como
la carne de res.

Estaba nuevamente viva
y ella no lo creía
pues su sangre se perfilaba
suave como la crema de leche
entre sus músculos cansados.

Nada sabía de aquella mejoría
antes de morir,
se sentó en la cama
y pidió después de meses...
nuevamente el desayuno
con leche y caramelos.

Todos lloraron, menos
Alfredo Rodríguez; el amante

que sabía de estas cosas...
se preocupó de la leche tibia
tenía claro que ella se moría
desprovista como siempre
de todas las novedades del
ultimo año...


Y sin poder conocer
el lar de jazmines amarillos.


PAAO

======================


DESCUBRIMIENTO. (texto)

Y de pronto se dio cuenta, al mirar a ras de suelo, mientras recibía los frenéticos besos de Pablo en sus mejillas; que habían formado un notorio sendero sobre la largas ballicas de la planicie, nunca pensó en la cantidad de giros mientras allí tendidos se acariciaban y besaban, por un momento pensó que ya era suficiente, se había dejado llevar por sus impulsos, por el hermoso día, por la tarde plácida…pero sus cuadros de encajes en las rodillas y la ardiente mano de Pablo entre sus piernas nublaron su raciocinio y siguieron girando, girando cada vez más lento, a veces, cuando estaba sobre Pablo; ella podía mirar por sobre las largas ballicas el nacimiento del bosque con los robles erectos y luminosos, a veces abajo, sumergida entre la carne y el lecho verde que suavizaba el golpe de sus fuertes glúteos sobre la tierra húmeda, podía oler la fragancia de las gotas de sabia y mirar el infinito azul de un cielo despejado. Cielo, olores y colores se mezclaban con el ritmo de su cuerpo que se fue haciendo cada vez más iracundo y de pronto su atención completa, fue para su lugar más preciso, se acercaba la explosión del deseo y entonces, apretó con fuerzas infinitas las nalgas de Pablo y se dispuso para alargar el tránsito, pensando en los colores, los olores y en el temblor involuntario de su cuerpo, agitado como el vaivén de las ballicas por la tibia brisa de verano; al final, apretó su boca con fuerza entre los labios de Pablo para no pronunciar nada pero su sensación fue más fuerte y estalló en un quejido-grito que retumbó en el llano… volaron todas las aves de los robles y un concierto de alas coronó aquel momento, mientras el grito, bravo, angustiante y salvaje se debilitaba entre los árboles…y se quedaron allí, tendidos; mirando el cielo azul transitado por miles de ruidosas aves, que delataba la presencia de dos extraños en el llano, ocultos entre la hierba descubiertos después de miles de caricias.

Alicia llegó como de costumbre muy temprano para hacerse cargo de la boutique donde ella trabajaba desde hacía tres años. Era la encargada del local de ropas masculina de marcas, establecido en un sofisticado mall de la ciudad. El local era relativamente cómodo decorado con muy buen gusto, donde ella había tenido mucho que ver. Alicia reconocidamente tenía muy buen gusto para decorar espacios y para vestir, no era una persona que pasara desapercibida, mas bien ella era de aquellas mujeres que no podían dejar de mirarse, alta de un pelo negro cortado en melena, brillante y vaporoso, su tes mate era tan notoria que parecía venida de una playa en verano o de algún solarium, muy populares en estos días……….

P.A.A.O. derechos reservados.-